La biomasa proporciona energía calorífica tanto para calentar la casa como para proporcionarnos agua caliente con un bajo consumo.

Existen varios tipos de de estufas de biomasa:

• Estufas de aire de pellets. Con una potencia de entre 5 y 22 kW, calientan con aire y encajan mejor en habitaciones diáfanas.
• Estufas de agua de pellets o termoestufas. Con una potencia de entre 11 y 29 kW, generan calor para calentar la habitación donde se encuentran y al mismo tiempo son capaces de producir agua caliente.
• Calderas de pellets. Con una potencia de entre 8 y 300 kW, se diferencian según lo automáticas que sean. Las de la gama media-alta son completamente automáticas en su encendido, combustión y limpieza. Esta última opción permite que el consumidor se despreocupe.
• Calderas de pellet de condensación. Las calderas de condensación más conocidas son las de gas, pero ya podemos encontrar en el mercado calderas de condensación alimentadas con biomasa. Gracias a esta tecnología se consigue ahorrar hasta un 12% de combustible, y el rendimiento de los equipos aumenta hasta un 105%.